Cuando fallece un familiar, es preciso elegir entre la cremación o la inhumación del cuerpo. Es una decisión difícil, a no ser que la persona fallecida ya hubiera expresado su deseo anteriormente. En caso contrario, los familiares tendrán que optar entre cremar o inhumar (enterrar).
Como siempre, la ayuda de una funeraria resulta muy importante para conocer los detalles y saber qué es lo mejor para todos. En este post explicamos la diferencia entre cremación e inhumación y otros datos de interés que van a aclarar muchas dudas al respecto.
¿Qué significa inhumación y cremación?
Antes de empezar, hay que aclarar que una opción no es mejor que la otra. Solo son diferentes y su elección dependerá de las circunstancias de cada familia, sus creencias religiosas y otros aspectos que influirán en la decisión final.
Básicamente, la cremación consiste en la incineración del cuerpo para reducirlo a cenizas mediante su introducción en una unidad de cremación; y la inhumación es el enterramiento del cuerpo en una sepultura bajo tierra o en un nicho.
Características de la cremación
Los términos “cremación” e “incineración” son utilizados como sinónimos, aunque, técnicamente no significan lo mismo. La diferencia radica en el sólido que se incinera. El término incineración se aplica al proceso de quemar residuos orgánicos, sobre todo en la industria, pero, cuando se trata de una persona, es más correcto emplear el término cremación.
Una vez finalizada la cremación, los familiares reciben una urna con las cenizas de su ser querido y pueden disponer de ellas como deseen: depositándolas en un cementerio (tanto en columbarios como en cualquier otra unidad de enterramiento), llevándolas a su casa o esparciéndolas. En este último caso hay que estar seguros de que la normativa legal vigente de la zona donde se van a esparcir las cenizas permita esta práctica.
Lo más habitual es que después de una cremación se depositen las cenizas en un cementerio, aunque, por supuesto, la familia puede decidir lo que considere conveniente o seguir las instrucciones que su ser querido hubiera dejado antes de morir.
En cuanto a las religiones, la iglesia católica permite la cremación y recomienda depositar las cenizas en el cementerio o en algún otro lugar sagrado. Al mismo tiempo, una gran parte de las personas católicas optan por la inhumación, aunque, por supuesto, no hay ninguna norma al respecto. La religión musulmana o el judaísmo ortodoxo, por ejemplo, prohíben la cremación.
Características del enterramiento o inhumación
La principal característica de la inhumación o enterramiento es que el ataúd con los restos mortales de la persona fallecida reposará en un cementerio, ya sea en una sepultura, un nicho, un panteón… Esto permite a los familiares disponer de un lugar de encuentro para visitar al difunto y rendirle homenaje si así lo desean.
Una diferencia importante de la inhumación respecto a la cremación es que en la inhumación es posible la extracción de ADN del cuerpo inhumado en caso de ser necesario para alguna investigación, algo que no es posible una vez se ha procedido a la cremación.
Cuando se opta por la inhumación, la familia debe tener una unidad de enterramiento donde depositar el féretro, ya sea un nicho, una tumba, un panteón o cualquier otro espacio del cementerio que lo permita.
El hecho de tener una unidad de enterramiento en un cementerio, tanto para depositar el cuerpo del fallecido como sus cenizas, implica pagar un importe que variará en función del espacio elegido y su temporalidad.
¿Cuánto cuesta la inhumación y la cremación?
Generalmente, un servicio funerario con cremación es más económico, pero el precio final lo determinan muchos factores. En algunos casos, tanto en la cremación como en el entierro las familias disponen ya de una unidad de enterramiento que no les supone costes añadidos, mientras que en otras ocasiones deberán elegir la unidad que se adapte a sus necesidades.